Autora: Estela Pacheco.

El próximo viernes 26 de abril, se celebra el Día de la Convivencia Escolar y en este contexto cabe preguntarnos ¿Cómo promover el vínculo sano al interior de nuestras comunidades escolares? Algunas acciones que podemos impulsar son el fomento de la comunicación asertiva, la creación de ambientes inclusivos, la promoción de la colaboración entre estudiantes, la promoción de oportunidades de participación, el fomento de la participación de las familias y por supuesto el reconocimiento y gestión adecuada de las emociones. 

De acuerdo con Joyce Courbis las emociones “son como luces que pulsan el cuerpo: cuando les prestamos atención, reconocemos lo que es importante para nosotros y lo que necesitamos para estar bien”. Indagar en las emociones por medio de preguntas relevantes como ¿qué son las emociones?, ¿hay emociones buenas y emociones malas?, ¿qué hago para no sentir aquello que no quiero sentir?, ¿por qué hay cosas que alegran a otros, pero a mí me dan miedo?, permite a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a tener mayor comprensión de sí mismos y, por ende, a actuar de manera asertiva con el fin de cuidar de nuestro bienestar personal y por supuesto del bienestar del otro. 

Instalar estrategias como la lectura emocional, permite abrir el mundo emocional de NNAJ sin sentirse juzgados y/u oprimidos, fomentando la autocompasión y la empatía para así enfrentar con asertividad los fenómenos emocionales propios de nuestra humanidad.  

Según la CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado), la lectura emocional promueve:

• Desarrollo de empatía: permite ponernos en el lugar de los personajes, experimentando sus emociones y comprendiendo sus perspectivas. 
• Mejora de las habilidades sociales: Al entender las emociones y motivaciones de los personajes en una historia, se desarrollan habilidades sociales importantes, como la comunicación efectiva, la resolución de conflictos y la empatía.  
• Desarrollo del vocabulario emocional: presenta una amplia gama de emociones y estados de ánimo, lo que enriquece nuestro vocabulario emocional. Aprendemos a identificar y nombrar diferentes emociones, lo que nos ayuda a comunicarnos de manera más precisa sobre nuestros propios sentimientos y experiencias. 
• Estimulación cognitiva: la lectura emocional requiere que ejerzamos nuestra capacidad de comprensión, análisis y síntesis. Esto estimula la actividad cerebral y puede mejorar la función cognitiva, incluida la memoria, la atención y la concentración. 

¿Lectura recomendable para este mes del libro?: 

“No a todos nos gustan las hamburguesas” de Joyce Courbis, es una recomendación para desarrollar lectura emocional en nuestros adolescentes; donde podrán encontrar respuesta a 21 preguntas, tales como ¿qué hago para no sentir aquello que no quiero sentir?, la cual es una interrogante propia del desarrollo madurativo de dichas edades. 

Para generar una experiencia aún más significativa vale la pena mirar este libro considerando la amplitud de las necesidades que podemos encontrar en el contexto educativo y apropiarnos de las ideas para adecuarlas y nuestra realidad.  

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Para saber más, algunos títulos de lectura emocional:  

No a todos nos gustan las hamburguesas – Joyce Courbis 

Corazón de melón – Joyce Courbis 

Corazón de sandía – Joyce Courbis 

Corazón de escarcha– Joyce Courbis 

Un oso demoroso – Neva Milicic 

Consejos para domesticar monstruos – Neva Milicic 

Profundiza sobre la experiencia:

Educación SM – Chile. Área Convivencia escolar. 

Convivencia escolar y socioemocional

CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado) 

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