Aprendizaje Basado en Proyectos en el contexto educacional actual desde la mirada docente
En los últimos años, la implementación de metodologías activas basadas en la colaboración y el protagonismo de los estudiantes, como es el caso del Aprendizaje Basado en Proyectos, se ha convertido en un foco de mejora permanente en el contexto educacional chileno. Hoy, sin embargo, el desafío es aún mayor, ya que debido al contexto de pandemia en el que estamos ha afectado la puesta en práctica de estas estrategias y ha generado inquietudes en su estructura y aplicación, puesto que involucran una estrecha comunicación y contacto entre docentes para lograr una planificación efectiva, así como también el trabajo de los estudiantes en su elaboración. Por ambos motivos es que conversamos con Bárbara López, profesora de Lenguaje del Colegio Dunalastair de Peñalolén, quien nos contó su experiencia en el trabajo con ABP y cómo ha sido llevarlo a la práctica de manera telemática en el contexto actual.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con la estrategia de Aprendizaje Basado en Proyectos?
La experiencia de trabajar en proyecto ha sido un constante aprendizaje porque es necesario involucrarse en otras disciplinas de las cuales como docente no se es experto o experta. Sin embargo, eso es justamente lo más gratificante, pues implica un diálogo constante con colegas de otras asignaturas, trabajo en equipo y, por sobre todo, reflexión.
Desde que comencé a trabajar con proyecto, sentí la necesidad de mejorar mis prácticas docentes, desde el material preparado hasta las evaluaciones e intervenciones en mis clases, como así también la relación con mis estudiantes. Entender que son ellos los protagonistas del aprendizaje es una de las tareas que se vuelve más complejas, ya que, dentro de un aula tradicional, se espera que sea el profesor o profesora el que entregue el conocimiento, sin embargo, bajo esta lógica de proyecto, muchas veces son los estudiantes los que tienen que desarrollar esa habilidad. Además, es imprescindible comprender en esta metodología que los estudiantes tienen que hacerse parte de su trabajo, involucrase significativamente en el qué hacer y para qué hacer, ya que necesitan posicionarse como actores principales y crear, sobre todo, soluciones a una problemática actual. La labor docente entonces, es ser un guía y compañero o compañera de los estudiantes, generar instancias de reflexión y revisión constante y hacerlos comprender que este trabajo en equipo los prepara para las labores que van a tener que enfrentar en un futuro.
¿Cuáles han sido las principales fortalezas y debilidades del trabajo en el contexto de pandemia?
Las principales fortalezas del trabajo de proyecto en el contexto de pandemia se relacionan con el uso de distintas estrategias que ofrecen las plataformas digitales de hoy día. Muchas veces en la sala de clase nos vemos perjudicados porque, por ejemplo, no hay un computador para cada estudiante, lo que significa que el tiempo deja de optimizarse. El conocer nuevas plataformas ha sido un desafío también, sin embargo, en el mundo digital es muy posible acceder a tutoriales y prototipos de productos finales que se quieren obtener en proyecto.
Respecto de las debilidades, se hace evidente la comunicación, tanto con los estudiantes, como con los docentes de otras disciplinas. Muchas veces, como profesores creemos que los alumnos están muy atentos en las clases y realizando un trabajo constante, sin embargo, al entrar a “una sala virtual” nos podemos dar cuenta que el ruido comunicacional afectó de tal manera que el prototipo de proyecto no se comprendió como debiese. En términos de comunicación con mis colegas, ha sido complejo, principalmente por los horarios de trabajo al que nos vemos sometidos. En la presencialidad, el trabajo en sala con otro docente, permite tomar decisiones rápidas frente a cualquier situación que pueda acontecer, sin embargo, en la virtualidad, eso se complejiza puesto que se debe esperar a tener “la reunión” para tomar decisiones que muchas veces ya no se ajustan a la problemática.
¿Cuáles son las sugerencias que quieres compartir con quienes inician el camino de trabajar con ABP?
Entender que el trabajo por proyectos es mucho más largo que las actividades que tradicionalmente realizamos, en el cual te debes involucrar en equipo con otros docentes, para no caer en la creación de un producto que resulta de la suma de distintas actividades de distintas disciplinas, eso no es ABP. Trabajar con proyectos no significa que las asignaturas individuales quedan relegadas, es solo que la forma de desarrollar las habilidades ocurre de manera conjunta en búsqueda de un mejor aprendizaje para nuestros estudiantes.
Finalmente, el desafío mayor es entender que las niñas y niños son los ejecutores dentro del proceso, lo que nos invita a dar un paso al costado y entregar el protagonismo a los estudiantes, ahí está la clave.
¿Invitarías a las profesoras y profesores a innovar con la implementación de la metodología del ABP?
Sí claro!, invitaría a todo el mundo a trabajar con proyectos, porque creo que es una forma sumamente efectiva de incorporar a los estudiantes y su entorno en trabajos que potencien y desarrollen previas y nuevas habilidades. Otro elemento significativo es el valor que se le otorga al trabajo colaborativo, que favorece el conocimiento entre los estudiantes, además del aporte que esta práctica hace a la convivencia escolar y todo lo que ello implica.
El ABP es sin duda un aporte a la innovación en cómo se enseña y una aproximación a la forma en que la sociedad actual funciona y demanda competencias y habilidades a ser aplicadas fuera del ámbito escolar, como son la comunicación, ciudadanía, autonomía, entre muchas otras.
Para saber más:
Aprendizaje basado en proyectos (ABP) como estrategia didáctica para la enseñanza
Escrito por Carlos Sepúlveda A., Profesor de Historia y Geografía, Magíster en Educación, Coordinador Pedagógico en Fundación ATE SM.