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¿Por qué es necesario fomentar la autoevaluación?: Estudiantes como parte activa del propio proceso de aprendizaje.

El decreto n°67 sobre evaluación, calificación y promoción nos invita a evaluar con una mirada formativa “es decir, cuando la evidencia del desempeño de éstos [estudiantes], se obtiene, interpreta y usa por profesionales de la educación y por los alumnos para tomar decisiones acerca de los siguientes pasos en el proceso de enseñanza- aprendizaje” (art. n°4).

Actualmente ¿qué tanto participan tus estudiantes de estas acciones? ¿Sabías que la auto evaluación es una estrategia que permite poner a los y las estudiantes en el centro de su propio aprendizaje?

Desde las orientaciones entregadas por la Agencia de la Calidad de la Educación (2016) se puede evidenciar la intención de involucrar a los y las estudiantes posicionándolos en el centro de su propio proceso de aprendizaje, otorgándoles así un rol activo en su desarrollo.

Dentro del proceso formativo, la autoevaluación es justamente una instancia donde podemos situar a nuestros estudiantes como parte activa de su aprendizaje. Autoevaluarse significa utilizar la habilidad de Evaluar para emitir juicios respecto de nosotros mismos. En el contexto escolar, esta instancia evaluativa normalmente la podemos utilizar para juzgar el avance del propio aprendizaje, observar aquello que facilita aquel desarrollo y reflexionar respecto de lo que obstaculiza la llegada a la meta.

Es importante destacar que la autoevaluación no significa lo mismo que la auto calificación. La instancia auto evaluativa se inserta dentro del proceso de la evaluación formativa, y como tal debe comprenderse como una instancia de recogida de información que permita una posterior toma de decisiones sobre las acciones a seguir para avanzar en el aprendizaje. La auto calificación significa que estamos cerrando un proceso de aprendizaje, y que, por lo tanto, ya no se cuenta con instancias para la mejora.

¿Por qué es necesaria la autoevaluación?

Esta instancia del proceso de enseñanza- aprendizaje, ayuda a diversificar las fuentes de información que permiten al estudiante reflexionar respecto del aprendizaje que ha adquirido hasta ese momento, lo ayuda a observar en qué lugar se encuentra respecto de la meta propuesta y también sirve como instancia para decidir los pasos a seguir desde ese punto. De este modo, esta instancia evaluativa a su vez puede colaborar en la generación de consciencia respecto de los objetivos y metas de los propios procesos de aprendizaje, así como también promueve la auto regulación y la autonomía.

Consideraciones para implementar una autoevaluación efectiva en nuestras aulas:

Propósito explícito: Debemos compartir y analizar con nuestros estudiantes la finalidad de esta instancia, así esta resultará significativa y no se transforma en una acción mecánica.

Criterios claros: Estos orientarán la reflexión de los y las estudiantes, el proceso de evaluación requiere de la claridad que tengamos respecto de lo que estamos evaluando.

Entorno seguro: Es fundamental construir un ambiente de confianza para promover la honestidad respecto del propio desempeño. En este sentido, la auto calificación siempre significará un elemento inseguro a la hora de autoevaluarse, ya que junto con la nota vienen las consecuencias.

Edad y desarrollo de los y las estudiantes: Se debe considerar la diversidad en el aula, así se sugiere buscar estrategias diversificadas como sería una autoevaluación escrita, u oral o también a partir de elementos gráficos

Realizarla oportunamente: Durante el proceso de enseñanza y aprendizaje debe realizarse en algún punto que permita actuar, reelaborar y cerrar la brecha entre lo aprendido y la meta.

Finalmente, es necesario recordar que el Evaluar como toda habilidad cognitiva debe y puede ser enseñada. Nuestros estudiantes no son expertos evaluadores, por lo que el asignarles la tarea de evaluarse sin tener las herramientas para que puedan hacerlo podría resultar una tarea vacía. Dentro de este proceso es clave el modelamiento de los pasos que se deben seguir para poder evaluar, y así conseguir una comprensión profunda de la tarea que se les está entregando.

Bibliografía:

Decreto n° 67, Aprueba normas mínimas nacionales sobre evaluación y deroga los decretos exentos n° 511 de 1997, n°112 de 1999 y n°83 de 2001, todos del Ministerio de Educación.

Libro: Förster, Carla (2017). El poder de la evaluación en el aula. Ediciones UC, Santiago.

Escrito por Carla Accorsi , Coordinadora Pedagógica en Fundación ATE SM.

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